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miércoles, 27 de noviembre de 2013

¿Nos vamos o nos quedamos?


    Pasa el tiempo volando y ya llevamos 8 meses en Suecia. No se sí será la cercanía de la Navidad y de que vamos a ir a nuestra tierra o las cosas que nos han pasado pero hemos hecho balance de nuestra emigración.

    El aprendizaje del sueco, ha sido más lento de lo que inicialmente nos indicaron. Nos "vendieron la moto" que tras 6 meses seríamos capaz de establecer una conversación y trabajar, pero nada más lejos de la realidad. Me defiendo en la consulta, pero me entero un 25% de las reuniones laborales e incluso menos de la televisión.


    Si bien somos europeos, aquí tienen muchísimas más facilidades los asilados políticos de Siria que nosotros. Aunque al yo venir con contrato las cosas nos han sido más fáciles. Si no tienes un curso de sueco terminado y certificado, olvídate de buscar un trabajo.
    Confiábamos en que al ir nuestros hijos al colegio podríamos relacionarnos a través de ellos con familias suecas. Pues bien, seguimos relacionandonos entre españoles fuera del trabajo. (¡Y lo que queda!).

    Para qué te hagas una idea de lo difícil que son las relaciones humanas aquí, nuestra vecina, con la que hemos tomado café en varias ocasiones e incluso yo he atendido a uno de sus hijos por dermatitis del pañal, se ha mudado de casa y ni siquiera se ha despedido. Nos enteramos porque vimos a los de la mudanza. 
    Prometieron ayuda en la búsqueda de empleo a las parejas (sobre todo a las que no son sanitarias), y quedó todo en la promesa. Sin curso de sueco oficial (y el nuestro no lo era) no se consigue título que lo acredite y no se puede buscar trabajo. Aunque Suecia tiene un índice de paro del 8%, en la mayoría de los trabajos hay que competir con suecos igual o mejor preparados y que juegan en su campo, y en los empleos de baja cualificación hay que competir con los asilados que tienen absoluta prioridad.
 
   La vida culturalmente tan diferente, que hace que las familias pasen mucho tiempo en casa y sin demasiadas alternativas de ocio (sobre todo en ciudades de tamaño pequeño o mediano como la nuestra) pasan su factura también.

   A pesar de todo ello seguimos teniendo esperanza en un mejor futuro a medio plazo. Mi jefa se preocupa por mi aprendizaje y no me presiona ni me agobia con muchos pacientes. Mis compañer@s me aprecian y respetan, sobre todo el personal de enfermería. Mi esposa se que tendrá trabajo pronto, sólo necesita el certificado del curso de sueco. Ver que mis hijos van al colegio contentos, que dominan el sueco muchísimo mejor que yo, se relacionan con otros niños, cantan canciones, etc, me llena de orgullo y me anima. Se que aquí las oportunidades van a ser mayores para ellos, o al menos con esa esperanza estoy aquí. 

   Por el momento, nos quedamos........

lunes, 25 de noviembre de 2013

Los sábados nos hinchamos de golosinas

      El otro día en clase de sueco nos dieron un dato curioso: "los suecos son los que más comen golosinas del mundo". La estadística dice que un sueco consume de media 17 kg de golosinas al año, mientras que un español en torno a los 3 kg. ¡Menuda diferencia!

      Parece que hay razones históricas por las que Suecia es el mayor consumidor de dulces del mundo. Una de ellas es que durante siglos el azúcar fue muy escaso y las golosinas un bien de lujo. 

      Con objeto de regular y limitar algo el consumo, en los años 50 se estableció los lördagsgodis, o sea, consumir golosinas solo los sábados (lördag=sábadogodis=golosinas). En la práctica se limitó el consumo a los sábados y días festivos, pero no la cantidad que se consume. 

      Los supermercados además de los típicos expositores con bolsas de golosinas tienen estanterías enteras con autodispensación, si bien, todos los días se ven personas comprando golosinas, los sábados se ve muchas familias con niños "surtiéndose".




      Sin embargo, aún así, la venta de dulces suecos va en incremento año tras año. Los suecos comen 50 kg de azúcar por persona al año - tres veces lo que la OMS recomienda - y 25 por ciento de este azúcar procede de golosinas.

      Un dato que me llama la atención es que según un informe de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, SEEDO, la prevalencia de obesidad en España es mayor que en países del norte de Europa como Suecia, Dinamarca, los países Bajos o Francia, pero menor que en Reino Unido o Estados Unidos.

      ¿Será que el consumo de golosinas es más sano que el de verduras?  ;-)