Ya estamos cogiendo las rutinas. Ha pasado casi mes y medio desde que retornamos y ya estamos por fin establecidos. Eso sí, demasiado papeleo para todo. Por suerte tuvimos la primera semana libre para el empadronamiento, DNI, matricular el coche, etc pero se quedó muy corta. Entre cita y cita había una semana de lista de espera.
"Necesitas este impreso"
"Coja cita para la ventanilla de tributos"
"Se le ha olvidado traer el DNI del resto de la familia"...
Eso es lo único que se oye todo el tiempo. ¡Horroroso!
En Suecia esta todo mucho mas centralizado y las bases de datos se cruzan evitando duplicidades innecesarias y facilitando todos los tramites.
Los niños prácticamente adaptados al colegio, pero aquí ¡el ritmo es muy diferente! Tienen tareas diariamente, exámenes con frecuencia y un nivel mas alto de exigencia si lo comparamos con el colegio sueco, aunque en lineas generales están contentos. Han hecho nuevos amig@s y según sus tutores están integrados completamente.
¿Nosotros? No nos ha costado prácticamente nada el cambio a nivel laboral. Lo malo, es que aquí no hay proceso de adaptación, ni te acortan la agenda para que te vayas acostumbrando ni te dan curso introductor alguno. Desde el minuto 0 "a piñón". Por suerte, el sistema informático es el mismo y con un cursillo acelerado del compañero de 5 minutos ya puedes ponerte en marcha.
Las mismas carencias, la misma gente, los mismos problemas, las mismas demandas de los pacientes...
Estamos pendientes de que nos convaliden el tiempo trabajado a efectos de trienios y en mi caso tambien para la carrera profesional, pero ya sabemos por desgracia como va la burocracia española... Extraoficialmente nos han dicho que nos los convalidan (¡no podría ser menos con tanto bombo de pertenecer a la UE!), pero yo hasta que no lo tenga por escrito no canto victoria.