Me hacían el otro día una buena pregunta: ¿cómo llevas lo de no tener cupo?
Tener más trabajo administrativo o acostumbrarte a hacer bajas laborales con explicaciones muy extendidas, son cosas a las que uno se va acostumbrando y aceptando como parte de la actual vida laboral. Pero ¡no tener cupo! ¡A eso no me he acostumbrado todavía!
Es sin duda lo que peor llevo de mi trabajo. Va contra todo lo que he aprendido y mi esencia misma de "medico de familia".
El otro día me comentaba un paciente de cerca de 40 años que "en toda su vida no la había atendido ningún médico dos veces".
Claro está que cuanto más tiempo pasas en un centro, más posibilidades hay de atender varias veces al mismo paciente. Pero lo habitual es atender siempre a nuevos pacientes en los que tienes que indagar en su historial para hacerte una idea de sus problemas previos.
La casi absoluta falta de continuidad de cuidados como ya he dicho en varias ocasiones es lo peor del sistema sanitario sueco.
Solo le veo una ventaja (que no suple las deficiencias) y es que si un paciente solicita atención con urgencia, aunque lo haya atendido anteriormente y/o solicite que yo lo atienda, si mi agenda está llena se lo pasan a otro colega.