Tengo que contar una experiencia que tuve en España en las vacaciones de Navidad o reviento...
Por desgracia enfermé y necesitaba de un antibiótico así que con la cartilla sanitaria europea me dirigí al centro de salud de mi zona para ver si me atendía algún compañero.
Cogí un número de urgencias y cuando me tocó y le conté al administrativo mi historia, me dio amablemente unos impresos para rellenar con los datos de la cartilla y me dijo que hiciera otra cola distinta. ¡Típico! ¿No?
Con el impreso relleno al llegar mi turno y contarle la misma historia a este administrativo él me pregunto:
- ¿pero tú has estado dado de alta antes aquí?
- sí claro, pero hace muchos años y ya no cotizo aquí en España es por eso que vengo con la cartilla sanitaria europea.
- ok, deja a ver que veo en el ordenador
Encontró mi ficha antigua y me dijo: mira, voy a darte de alta de nuevo en el sistema como que has retornado, es mucho menos lío para todos. Y, ¡total, no le cobramos nunca nada a los extranjeros que vienen por aquí!
¡Toma ya! ¡Me quede de piedra!
Después de que el colega me hiciera la receta electrónica en la farmacia no me podía aplicar el descuento porque había algo mal en mis datos, ¡no fastidies!
La farmacéutica me dijo que fuera de nuevo al centro para que me lo miraran.
-¡Vaya! ¿Pero puedo llevarme el antibiótico?- le pregunté
- Si claro, pero lo tienes que pagar completo.
Pues nada, lo pague y me fui, porque no tenía ninguna gana de hacer una nueva cola y ver que es lo que me decían ahora.
¿Sorprendido? Seguro que no.
Aquí en Suecia, e imagino en el resto de Europa, sin los papeles en regla o tarjeta de crédito no te atienden sino te estás muriendo, literalmente hablando, pero Spain is different!
