Como tengo todavía pocos pacientes antes de atenderlos, me leo el motivo de consulta, el historial reciente y en función de lo que pienso puede ocurrir me preparo una "chuleta" con preguntas preparadas o incluso tratamientos y pruebas posibles. Pero hoy el caso era diferente....
Paciente de 36 años cuyo motivo de consulta es solicitar un aumento del número y dosis de recetas de Tramadol. Ha pasado por el resto de mis compañeros en las semanas previas y ninguno quiere aumentarle las recetas. Indago en su historial y ha sido visto por traumatología y fisioterapia por "lumbago" sin ningún diagnóstico más serio.
Se que me tocará una situación difícil......
Llamo al paciente en la sala y aprecio que se dirige muy serio hacia mi caminando con normalidad y sin ningún gesto de dolor. Comienzo la anamnesis y el paciente relata que lleva varios años con dolor de espalda y que va en aumento por lo que tiene que ir aumentando paulatinamente la dosis del Tramadol prescrito. Le pregunto que otros fármacos para el dolor toma y me dice que Paracetamol 1gr cada 6 horas e Ibuprofeno 600 mg cada 8 horas pero aún así le duele. Va directo al grano.... Me pide que le prescriba más Tramadol.
La pregunto por qué no ha ido a fisioterapia (aquí el paciente puede pedir la cita directamente) y me dice que ha ido pero que siempre le mandan para casa con tabla de ejercicios. Insiste.... "Sólo quiero que me prescriba más Tramadol".
Ya no cabe duda, este va a ser un Svårt patienten (paciente difícil) de esos que nos enseñan en los cursos de entrevista clínica. ¿Funcionaran aquí también las técnicas que me enseñaron?
Respiro hondo, tranquilo y pausado le digo que no voy a prescribirle Tramadol pero que me gustaría ayudarle de otra manera: dejándole una baja laboral, cambiando a otro antiinflamatorio....
¡No! ¡Quiero más Tramadol! (Nunca pensé que el Tramadol pudiera enganchar tanto, la verdad)
Sigo negándome con el mismo tono y tranquilidad en sucesivas ocasiones, mientras que él sigue insistiendo y elevando el tono y su agresividad.
Finalmente entre gritos e insultos se va de la consulta exigiendo hablar con la directora del centro.
La directora le dice que ningún médico le va a prescribir el Tramadol. Debe cambiarse de centro.
He usado montones de veces el Tramadol en España a dosis más altas que las que tenía prescrito este paciente (50 mg cada 8 horas) y nunca había visto a nadie "enganchado". Mis compañeros me han dicho que no es el primer caso que se da, de ahí que prescriban el Tramadol con cautela.