Distriktläkare

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martes, 13 de mayo de 2014

Denunciando las cosas mal hechas

     ¿Qué pasa cuando se comete un "error médico"?

     Los suecos tienen una forma muy peculiar de tratar estas circunstancias.  Generalmente cuando ocurre algo fuera de los normal se habla en grupo. Todos deben enterarse de lo que ha pasado para intentar sacar conclusiones y "aprender del error".

     Por otro lado el/los responsables de la clínica, unidad u hospital deben denunciar a las autoridades sanitarias (Socialstyrelsen) lo que ha sucedido para que se haga una investigación que permita sacar conclusiones que ayuden a evitar casos similares y/o depurar responsabilidades. Esto es lo que se llama Lex María

    ¿De dónde viene este nombre? 

    Proviende de un incidente que ocurrió en 1936 cuando cuatro pacientes en el Hospital Maria de Estocolmo murieron por una negligencia médica cuando les fue administrada vía endovenosa un desinfectante en lugar de anestesia.

    Una notificación Lex María se debe hacer, por ejemplo,
  • si una persona recibe información incorrecta o inadecuada
  • Cuando se otorgan prescripciones incorrectas, errores de dosificación o errores de dispensación de medicamentos
  • porque no se haya realizado o se haya retrasado, un cuidado o tratamiento que se debería haber recibido según los protocolos
  • por mal exploración, cuidado o tratamiento
  • procedimientos realizados de manera defectuosa
  • por la insuficiencia de recursos, por ejemplo, en términos de conocimientos, personal, locales o material 
      Esto se aplica incluso si nadie ha sido dañado. Es suficiente si uno ha estado expuesto al riesgo de lesiones, y se aplica al personal sanitario, dentistas y farmacéuticos. 
      Teniendo en cuenta todavía mis dificultades con el idioma y que las indicaciones o dosis de algunos fármacos varían con España, debo andarme como suele decirse con pies de plomo o el siguiente post se titulará "mi primer Lex María". ¡Dios no lo quiera! 

miércoles, 7 de mayo de 2014

¿Cuánto cuesta la salud?

      No es nada nuevo que el motor del mundo es el dinero,  ni tampoco lo es que las pruebas y tratamientos tienen un costo, a veces bastante considerable.

     Lo que en la entrevista fue casi un reclamo y un aliciente para nosotros: "el médico de familia en Suecia puede pedir prácticamente cualquier prueba diagnóstica", hoy se ha convertido prácticamente en un problema. Me explico.

     Hoy hemos tenido una de esas reuniones de médicos convocada esta vez por la jefa del centro de salud para hablar de muchas cosas. La que me ha afectado a mi directamente es que "tengo que aprender la forma de trabajo de Suecia". Resulta que he pedido unas pruebas diagnósticas que no se hacen aquí en atención primaria y cuestan bastante dinero. Aunque no me lo han dicho creo que se trata de un estudio de sospecha de hipertensión secundaria (aldosterona, catecolaminas en orina y cortisol). Que yo sepa es lo más "raro" que he pedido y que las auxiliares de laboratorio "como no lo habían hecho nunca" enviaron equivocadamente una orina normal en vez de orina de 24 horas, y tuvieron que repetirlas.

    Con cierto tono de "compasión" mi jefa y colegas me dijeron que "tengo que aprender a hacer las cosas de una manera diferente a España".

   -Yo les respondí: la verdad es que siempre he pensado en el paciente en vez de en el dinero.

   -Respuesta: lo se, pero tienes que cambiar de manera de pensar. Quien pide la prueba, la paga.

   ¡Toma ya!

    ¿Quién es mejor médico? ¿El que pide menos o más pruebas?

    Me ha venido a la mente, el intento de privatización de la atención primaria en Madrid..... ¡Que miedo! ¿Quien pierde en todo esto?.... de sobra sabes la respuesta.

sábado, 3 de mayo de 2014

La figura del padre en la consulta.


¿Cuantas veces has atendido en consulta a un niño con su padre como único acompañante?
Seguramente pocas. 

Aquí en Suecia, es algo bastante habitual, como también lo es ver a un padre solo paseando el carrito de su hijo o acompañándolo en el parque. ¿Por qué?

Sencillo. Desde hace bastantes años se estableció una fuerte política de igualdad entre sexos. Formando parte de esa política está la norma de que exista una baja paternal "obligada" de al menos 2 meses, y que los padres suelen coger cuando el bebe ya no toma pecho naturalmente. En cuanto a baja por maternidad/paternidad (föräldrapenning) cada progenitor tiene derecho a 240 días de subsidio parental, 60 de los cuales son intransferibles. El resto pueden transferirse al otro progenitor. Durante el primer año de vida del hijo, ambos progenitores pueden cobrar el subsidio para los mismos días, pero como máximo pueden cobrar 30 días dobles. 

Por otro lado, si un hijo enferma, el padre (o la madre) tienen derecho a tomarse unos días remunerados para el cuidado del hijo. Lo único que hay que hacer para ello, es avisar al trabajo y rellenar unos impresos para försekringkassa (la seguridad social) que es la que paga el salario. En este caso, los padres pueden percibir un subsidio como máximo 120 días por hijo y por año, pero sólo durante 60 días si se enferma o se contagia el cuidador habitual.

De esta manera, han conseguido que los padres tengan una actitud activa en la crianza de sus hijos.

Me ha venido a la memoria que a mi se me pasaron volando los 15 días que me correspondía por paternidad corriendo entre el hospital, la casa, el registro civil, la seguridad social.... Rellenando y entregando decenas de papeles. 

domingo, 27 de abril de 2014

Reflexiones sobre las oposiciones.

    Ayer me presente a las oposiciones para médico de familia en Canarias. Te preguntarás seguramente el por qué. Bueno, digamos que porque "no hay que dejar ninguna puerta cerrada", y de aquí hasta que se resuelvan imagino pueden pasar un par de años y nos da tiempo para decidir si seguir o no en Suecia.

     Cuando me fui a venir para Canarias, me tuve que pedir unos días de mis vacaciones y mis compañeros pensaban que el motivo era que venía a coger sol y unos días de relax. Canarias es uno de los destinos favoritos para las vacaciones, sobre todo durante el invierno. 

     Les explique el motivo real y comenzó la lluvia de preguntas: ¿Para tener plaza de médico hay que hacer un examen? ¿Y si quieres cambiar de centro que haces? ¿Los que aprueban tienen luego más salario? ¿El director del centro no puede elegir a su equipo? 

     Puedes imaginarte la dificultad que me supuso hacerles entender "nuestro sistema". En Suecia (al menos en sanidad) no existen las oposiciones, los contratos tras un periodo de pruebas de unos meses se hacen indefinidos y tanto el trabajador como el empresario puede revocar el contrato avisandolo con 3 meses de antelación. 

    No hay indemnizaciones por despido, pero es también cierto que la oferta de trabajo es tan importante que no es nada difícil encontrar un nuevo puesto de trabajo (principalmente en atención primaria). 

     A mi me parece que el "sistema sueco" es más justo: si vales, continuas en el trabajo y tienes más salario, y si quieres cambiar por cualquier motivo personal o laboral no existe ningún problema. Si bien es cierto que por nuestra mentalidad, mercado laboral, estructura organizativa e incluso leyes, no podremos hacer por el momento lo mismo en España. 

    ¿Tú que opinas? 

miércoles, 23 de abril de 2014

Haciendo preguntas en las conferencias

   Ya he ido a diferentes tipo de conferencias, "cursos", charlas patrocinadas por laboratorios, etc

    La primera que fui era un taller de espirometria y a los pocos minutos de comenzar el ponente, un asistente levantó la mano e hizo una pregunta. Yo me quede pasmado. ¡Interrumpir una exposición y no esperar al turno de preguntas! A esa pregunta le siguieron otras que hicieron otras personas durante toda la conferencia.

    ¡Será que al tratarse de un taller práctico la gente no para de preguntar! 

   La siguiente charla a la que fui era sobre los criterios en los que se basaban para otorgar dinero a los centros de salud con arreglo a la codificación de los procesos. La cosa fue igual, durante todo el tiempo de la charla los asistentes iban haciendo preguntas. 

   Nada que ver a lo que yo he estado siempre acostumbrado. Prestar atención a la exposición y hacer preguntas al final en el turno para ello.

   Hoy estuve en unas jornadas sobre "detección de la violencia doméstica" y la charla debió generar tanta expectación que los asistentes no paraban de preguntar, hasta el punto que el ponente tuvo que pedir que no se hicieran más preguntas para poder terminar su exposición.

   Me llama mucho la atención que los suecos no tienen nIngun pudor a hablar en público y si bien al final de las charlas se abre un turno de preguntas, la mayoría ya las han hecho durante la exposición.