¡Sálvese quien pueda!

      Hace un par de meses hablaba de la paciencia que tienen los suecos a la hora de esperar el turno Ver entrada, pero para ello tiene que estar la cosa bien regulada, por ejemplo con turnomatik. A la hora de hacer colas que no están numeradas como por ejemplo comer un autobús rige la norma de "sálvese quien pueda". 

      En este sentido todavía estoy irritado con lo que nos paso este domingo (porque que se pongan delante mío para coger el autobús ya es algo a lo que me estoy acostumbrando por desgracia). 

      Fuimos a IKEA a desayunar y de camino comprar algunas cosillas. El zumo de naranja se agotó justo al llegar nosotros y estábamos esperando a que lo rellenaran. Se trataban de esos recipientes grandes con grifo. El camarero rellenó uno y estábamos esperando que acabara de rellenar el otro  para servirnos cuando un señor mayor emulando aquellos adelantamientos que hizo famoso a Fernando Alonso se nos puso delante y empezó a servirse el zumo como si no hubiera nadie mas esperando (y había personas detrás nuestra también). Le recrimine su actitud y literalmente "se hizo el sueco".

    Todavía lo pienso y me hierve la sangre.