Una actividad muy divertida y muy común para los niños en el verano es la pesca del cangrejo. Tengo que reconocer que cuando me lo explicaron casi me parto de la risa pero después de comprobar lo bien que se lo han pasado mis hijos he cambiado de idea.
En los centros comerciales se venden unas pequeñas cañas de pescar que terminan en una pinza. Hay que irse a un sitio rocoso o un pequeño dique donde haya cangrejos. Los chicos cogen pequeños mejillones, los parten y los colocan en la pinza. Se deja caer el hilo con el mejillón y se espera a que salgan los cangrejos. El cangrejo se aferra al mejillón para comérselo y se recoge el hilo sacándose el cangrejo y ¡al cubo!.
El fin es coger el máximo número de cangrejos para demostrar lo buen pescador que eres. ;-)
Al final del rato de pesca, se devuelven todos al agua otra vez.
No se si es que los cangrejos están muertos de hambre, o saben que los devolverán al mar, pero lo cierto es que es divertido ver como salen del escondrijo como una flecha para comerse el mejillón, y picar, pican.
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