La gestión de personal es bastante complicada, es comprensible, pero más si cabe, si se está rozando el déficit de personal. Los hospitales, pero sobre todo los centros de salud, están funcionando con déficit de personal. Esto hace que cuando hay una ausencia no planeada, la organización se resiente.
Es como si tenemos una mesa sujeta con 3 patas. Se puede mantener en pie, pero si le quitamos otra se cae de golpe.
Esta circunstancia se agrava porque no hay sanitarios en paro a los que recurrir de urgencia para suplir una ausencia.
Ya te he puesto en antecendentes, ahora voy a contarte algo que he podido comprobar en mi entorno.
Cuando un sanitario (da igual que sea medico o enfermera) llama al trabajo diciendo que esta enfermo y que no acude al trabajo, el primer día puede estar tranquilo en casa. Lo normal es que en el segundo día le llame el jefe para interesarse por él y preguntar por cuantos días estima que estará enfermo. Si la baja se prolonga, el trabajador recibirá mensajes al teléfono frecuentes y periódicas llamadas.
Estas circunstancias generan un gran desasosiego en el trabajador como es normal. Parece que uno no tiene derecho a ponerse enfermo. Fíjate el panorama que hay.
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