El otro día en clase de sueco nos dieron un dato curioso: "los suecos son los que más comen golosinas del mundo". La estadística dice que un sueco consume de media 17 kg de golosinas al año, mientras que un español en torno a los 3 kg. ¡Menuda diferencia!
Parece que hay razones históricas por las que Suecia es el mayor consumidor de dulces del mundo. Una de ellas es que durante siglos el azúcar fue muy escaso y las golosinas un bien de lujo.
Con objeto de regular y limitar algo el consumo, en los años 50 se estableció los lördagsgodis, o sea, consumir golosinas solo los sábados (lördag=sábadogodis=golosinas). En la práctica se limitó el consumo a los sábados y días festivos, pero no la cantidad que se consume.
Los supermercados además de los típicos expositores con bolsas de golosinas tienen estanterías enteras con autodispensación, si bien, todos los días se ven personas comprando golosinas, los sábados se ve muchas familias con niños "surtiéndose".
Sin embargo, aún así, la venta de dulces suecos va en incremento año tras año. Los suecos comen 50 kg de azúcar por persona al año - tres veces lo que la OMS recomienda - y 25 por ciento de este azúcar procede de golosinas.
Un dato que me llama la atención es que según un informe de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, SEEDO, la prevalencia de obesidad en España es mayor que en países del norte de Europa como Suecia, Dinamarca, los países Bajos o Francia, pero menor que en Reino Unido o Estados Unidos.
¿Será que el consumo de golosinas es más sano que el de verduras? ;-)