Pasa el tiempo volando y ya llevamos 8 meses en Suecia. No se sí será la cercanía de la Navidad y de que vamos a ir a nuestra tierra o las cosas que nos han pasado pero hemos hecho balance de nuestra emigración.
El aprendizaje del sueco, ha sido más lento de lo que inicialmente nos indicaron. Nos "vendieron la moto" que tras 6 meses seríamos capaz de establecer una conversación y trabajar, pero nada más lejos de la realidad. Me defiendo en la consulta, pero me entero un 25% de las reuniones laborales e incluso menos de la televisión.
Si bien somos europeos, aquí tienen muchísimas más facilidades los asilados políticos de Siria que nosotros. Aunque al yo venir con contrato las cosas nos han sido más fáciles. Si no tienes un curso de sueco terminado y certificado, olvídate de buscar un trabajo.
Confiábamos en que al ir nuestros hijos al colegio podríamos relacionarnos a través de ellos con familias suecas. Pues bien, seguimos relacionandonos entre españoles fuera del trabajo. (¡Y lo que queda!).
Para qué te hagas una idea de lo difícil que son las relaciones humanas aquí, nuestra vecina, con la que hemos tomado café en varias ocasiones e incluso yo he atendido a uno de sus hijos por dermatitis del pañal, se ha mudado de casa y ni siquiera se ha despedido. Nos enteramos porque vimos a los de la mudanza.
Prometieron ayuda en la búsqueda de empleo a las parejas (sobre todo a las que no son sanitarias), y quedó todo en la promesa. Sin curso de sueco oficial (y el nuestro no lo era) no se consigue título que lo acredite y no se puede buscar trabajo. Aunque Suecia tiene un índice de paro del 8%, en la mayoría de los trabajos hay que competir con suecos igual o mejor preparados y que juegan en su campo, y en los empleos de baja cualificación hay que competir con los asilados que tienen absoluta prioridad.
La vida culturalmente tan diferente, que hace que las familias pasen mucho tiempo en casa y sin demasiadas alternativas de ocio (sobre todo en ciudades de tamaño pequeño o mediano como la nuestra) pasan su factura también.
A pesar de todo ello seguimos teniendo esperanza en un mejor futuro a medio plazo. Mi jefa se preocupa por mi aprendizaje y no me presiona ni me agobia con muchos pacientes. Mis compañer@s me aprecian y respetan, sobre todo el personal de enfermería. Mi esposa se que tendrá trabajo pronto, sólo necesita el certificado del curso de sueco. Ver que mis hijos van al colegio contentos, que dominan el sueco muchísimo mejor que yo, se relacionan con otros niños, cantan canciones, etc, me llena de orgullo y me anima. Se que aquí las oportunidades van a ser mayores para ellos, o al menos con esa esperanza estoy aquí.
Por el momento, nos quedamos........