El regreso de las vacaciones siempre es duro, pero más si has estado con tu gente, has comido tus comidas preferidas, te has divertido con toda la familia y has "cogido unos kilos de más". ;-)
Tenía muchos miedos, y ¡eso que sólo han sido dos semanas y media!
¿Seré capaz de articular una frase en sueco?
¿Me entenderán los pacientes?
¿Me encontrare montañas de papeles sin revisar?
Pues la verdad es que todo ha ido bastante bien. Es cierto que me costó comenzar con el primer paciente, pero el idioma fue fluyendo de tal manera que me quede sorprendido de mi mismo.
Por supuesto que tenía papeles que revisar pero no tantos como me temía. Eso se lo debo a la buena organización de mi jefa. Repartió los papeles con otros compañeros y han ido solucionando lo que necesitaba más premura, así que yo he dejado todo limpio en un par de días.
Además el primer día me lo pusieron más flojo de pacientes para que pudiera adelantar con la burocracia.
Tengo que reconocer que la reincorporación no ha sido traumática. Y es que si no hay sorpresas de última hora una buena organización hace que parezca todo más fácil.