¡Como están las urgencias!

       Hace un tiempo escribí sobre la infinita paciencia de los suecos Ver entrada, pero hoy quiero escribir sobre los españoles.

     En nuestras vacaciones en España disfrutando del sol y la caló ;-) por desgracia tuvimos que acudir a un servicio de urgencias de un hospital comarcal en la costa del sol. Llegamos a admisión nos registraron y nos dirigimos a la sala de espera de pediatría. 

     -¡Qué suerte solo hay 5 niños, nos atenderán pronto!- pensé.

    Tras dos horas de espera nos atendió la compañera. 

    - "vamos a hacerle una analítica, esperad a la enfermera", -dijo

     

    Viendo que esperábamos mucho y como por suerte mi mujer es enfermera, ella misma saco la analítica de nuestro hijo.

    La compañera nos dijo, <<tenéis que esperar de hora a hora y media por los resultados>> así que nos fuimos a la cafetería para hacer la espera más llevadera.

    Luego de atendernos otra compañera (por el cambio de turno) se pensó que era buena idea hacer una radiografía de tórax al niño.

    Después de 45 min no nos habían llamado todavía y pregunté. !Se había perdido la petición! :-( 

     !A esperar otra vez!

    

      En total pasamos 6 horas en urgencias hasta que recibimos el alta, similar al resto de usuarios que tuvieron que esperar por resultados de pruebas. Pero en ningún momento se escucharon gritos de protesta o queja por parte de las personas, porque aunque la espera era casi eterna, todos veíamos que el personal no paraba ni para descansar. !estaban de servicios mínimos!

    Es triste ver como compañeros se afanan en hacer todo lo posible aunque son muy pocos en un servicio tan importante como es el de urgencias.

    Esta vez tuvieron la comprensión de los pacientes y familiares , pero ¿y cuando no la tienen?

    

   

   

Cuidar al hijo no es un problema

      Esta mañana leí un buen artículo en El País sobre Suecia:    Trabajar para vivir en el planeta sueco        

     En mi caso particular no es viable trabajar desde casa pero si es cierto que la conciliación de la vida familiar y laboral es un tema muy importante para las  empresas y el estado. 

     Existe un abismo entre España y Suecia en este sentido. En mi opinión es prácticamente casi lo mejor que me ofrece este país. 

     Una vez en España recuerdo que me llamaron porque mi hija se puso enferma en el colegio, y me las vi y desee para poder salir antes del trabajo: malas caras de los compañeros porque repartieron mis pacientes, mil excusas con el director del centro, etc. Me fui del centro doblemente mal, por mi hija y por el trabajo.

     Aquí es totalmente otro mundo. Existe una conciencia tan extendida que todo el mundo entiende que es normal ausentarse del trabajo por enfermedad de un hijo: compañeros y pacientes.

    Existe hasta un verbo ("no reconocido en el diccionario") para ello: vabar, que viene de la abreviatura de Vård Av Barn= VAB (Cuidar al hijo). Todo trabajador tiene derecho a cuidar del hijo enfermo y para ello solo tiene que notificarlo al trabajo y rellenar unos impresos por internet para que försäkringskassan (seguridad social) te pague un subsidio por esos días (el trabajo no te paga salario). 

En frente del paciente

     En España tuve siempre la consulta orientada de manera tradicional y los pacientes se sentaban frente a mi detrás de la mesa y el ordenador. Se que hay muchas voces que hablan de orientar de manera diferente la consulta (de lado al paciente) y conozco algunos colegas que la tienen así, pero yo estaba más cómodo de la manera tradicional. 

Consulta "tradicional" 

      En cambio aquí en Suecia desde un principio todas las consultas en las que he estado están orientadas lateralmente. Al principio me chocó, pero me acostumbre poco a poco.  La verdad es una posición que me transmite mas cercanía con el paciente.

     Me siento mucho más cómodo así. Tanto es así,  que esta semana que estoy trabajando extra en otro centro de salud que tiene la consulta tal y como yo la tenía antes y me siento extraño. 

Recuerdos de hospital

       En este mes he vuelto a recordar mis tiempos de residente por el hospital. 

       Un colega de mi centro es el encargado de los pacientes del hospital de crónicos de mi ciudad y como esta de vacaciones ese "privilegio" recayó en mi. 

      Así que durante este mes he estado telefónicamente disponible para cualquier consulta de enfermería y un día a la semana he ido a "pasar sala". 

     Al tratarse de enfermos crónicos, la mayoría con demencia y muchas enfermedades crónicas, el trabajo es más bien "paliativo": analgesia, ansioliticos, hipnóticos, control de glucemia, infecciones de orina y/o neumonías. Aunque también llegado el caso hacer certificados de defunción (he hecho dos). 

    Ya se que no es lo mismo, pero he sentido algo de nostalgia al caminar por los pasillos con ese "olor tan carácteristico a hospital". 

La pesca del cangrejo sueco

      Una actividad muy divertida y muy común para los niños en el verano es la pesca del cangrejo. Tengo que reconocer que cuando me lo explicaron casi me parto de la risa pero después de comprobar lo bien que se lo han pasado mis hijos he cambiado de idea.

      En los centros comerciales se venden unas pequeñas cañas de pescar que terminan en una pinza.   Hay que irse a un sitio rocoso o un pequeño dique donde haya cangrejos. Los chicos cogen pequeños mejillones, los parten y los colocan en la pinza. Se deja caer el hilo con el mejillón y se espera a que salgan los cangrejos. El cangrejo se aferra al mejillón para comérselo y se recoge el hilo sacándose el cangrejo y ¡al cubo!. 

Mis niños en un día de pesca

      El fin es coger el máximo número de cangrejos para demostrar lo buen pescador que eres. ;-)

     Al final del rato de pesca, se devuelven todos al agua otra vez. 

     No se si es que los cangrejos están muertos de hambre, o  saben que los devolverán al mar, pero lo cierto es que es divertido ver como salen del escondrijo como una flecha para comerse el mejillón, y picar, pican.